Comenzamos con clases individuales por Whatsapp, paulatinamente nos animamos a lo grupal en la virtualidad, para ahora estar experimentando los encuentros de ensamble musical, donde todos aportamos lo que aprendimos para generar una propuesta superadora.
Esta experiencia muestra la posibilidad de sortear los obstáculos. De un día para el otro, no nos veíamos, el docente no sabía como seguir sin el aula, los músicos no se imaginaban aprender sin el uno a uno presencial, y además pocos tenían conectividad y medios tecnológicos. Pero el equipo docente, generó una propuesta de aprendizaje definida y posible para cada cátedra y los chicos, chicas y sus familias se las ingeniaron para estar en vinculación con el docente. Se organizaban los tiempos, los recursos con los que contaban o incluso pedían celulares para poder estar presentes. Y así, en un trabajo colaborativo fueron generando primero el vínculo desde otro lugar y luego se concentraron en aprender. Ahora están pensando en su próxima presentación. ¡¡Un gran logro!! Felicitaciones.